EL ENCUENTRO DE LAS DOS ALIANZAS

Sor.Cecilia Codina Masachs O.P
Monasterio Santa Catalina (Paterna)
Valencia


En el A.T nos narra en Ex.25, 8, que el Señor dio esta orden:”Me harán un santuario y habitaré en medio de ellos”. Y los israelitas levantaron la “tienda de la reunión” y pusieron el arca de la alianza. Así pues, el arca se convirtió en el signo visible de la presencia de Dios en medio de su pueblo como consecuencia del pacto sinaítico.

El pueblo de Israel para significar esta morada de Dios en medio de su pueblo utiliza la imagen de la nube; con el uso de este elemento figurativo, hablan de Dios que baja a morar en el monte Sinaí y finalmente, el arca tuvo su asiento definitivo en Jerusalén. Vemos como estas tradiciones del A.T, convergen en la Virgen Maria.

La teofanía de Dios se nos presenta en repetidas ocasiones bajo semejantes expresiones, podemos comprobar por ejemplo en la Anunciación”la sombra del Altísimo te cubrirá”; en Ex.40-34,”la nube cubrió la tienda y la gloria del Señor llenó el Tabernáculo”.En ambos casos el espíritu del Señor llenaron de gloria tanto el seno de la Virgen Maria como el mismo Tabernáculo.

Si seguimos el A.T, en el capítulo 6 del 2º libro de Samuel, nos narra el traslado del Arca de la Alianza de Judá a Jerusalén y se suceden nuevas semejanzas entre los dos relatos. Nótese que los dos eventos suceden en Judá. La Visitación de Maria a su prima y el traslado del Arca, igualmente los dos viajes se caracterizan por el júbilo. Sí el pueblo se halla feliz, en fiesta y el mismo David danza delante del Arca, delante de su Señor y sin ningún reparo manifiesta su alegría. También vemos otro hecho muy significativo del júbilo, más bien lo podríamos denominar “exultación”ya que Isabel al encontrarse con su prima Maria también experimenta la alegría, esta vez dentro de sus mismas entrañas “el niño saltó de alegría”.

Y también diremos que la presencia del Arca en casa de Obedeón y la entrada de Maria en casa de Zacarías es un motivo de bendición. David exclama “¿Cómo entrará el Arca del Señor en mi casa?” Y en Isabel...” ¿Cómo la Madre de mi Señor viene a mí?”.

Estos dos textos son impresionantes, ¡hay tanto parecido en ellos...!” el Arca de mi Señor y la madre de mi Señor viene a mí”y sobre todo se transparenta un gran amor a Dios, un amor reverencial que causa exultación en sus protagonistas.

Ahora, la nueva Arca de la Alianza es Maria, pero si añadimos otra figura en la escena quizá podamos penetrar más dentro del misterio de la salvación. Llegamos a esa escena que es el cenit del amor: Isabel estaba en cinta cuando se encuentra con su prima Maria y al oír el saludo de su prima, el niño saltó de entusiasmo dentro de sus entrañas y aquí viene lo más relevante, Isabel quedó llena del Espíritu Santo.¡Ah qué inefable gozo sentirían esas madres, esos hijos!.Todos ellos fueron una sola cosa en el Espíritu Santo!, y es que en ellos se manifestó la gloria de Dios.

Juan el Bautista marcó el final del A.T, dando paso al Nuevo con la venida del Salvador. El Arca de la Alianza en el A.T, se personifica aquí con el niño Juan dentro del seno de su madre Isabel. Las dos Arcas de la Alianza se encuentran como “la paz y la justicia se besan” y conviven juntas guiadas por la entraña de Dios, es decir...su Espíritu Santo.

Se acerca el tiempo por excelencia llamado” tiempo de esperanza”, que el adviento nos prepare para saber escuchar la Palabra de Dios y aprender a ser MADRES, de tal forma que cuantos se relacionen con nosotros se hallen tan felices, tan contentos como nuestros personajes bíblicos.
Que nuestras acciones y pensamientos transmitan ternura para que se manifieste en nuestra
vida”La gloria de Dios”
PUBLICADO EN LA REVISTA.-CR,Cultura Religiosa .Valencia